Desde 2019, IMD ha elaborado un Índice de ciudades inteligentes que ofrece un enfoque equilibrado entre los aspectos económicos y tecnológicos de las ciudades inteligentes por un lado, y las "dimensiones humanas" de las ciudades inteligentes (calidad de vida, medio ambiente, inclusión) por el otro.

El esfuerzo inicial para producir lo que debería convertirse en un índice mundial de ciudades inteligentes reconocido internacionalmente consta de dos fases y resultados distintos. En primer lugar, un conjunto de estudios de casos de ciudades inteligentes en diferentes etapas de desarrollo, que proporcionan una base de experiencia internacional diversa, con el fin de mejorar el realismo y la pertinencia del modelo que sustenta el índice que se propone. En segundo lugar, una clasificación mundial de ciudades inteligentes a lo largo de ese índice.