El estudio aporta elementos para favorecer una mejor comprensión de cuestiones clave para la inclusión sociolaboral de las personas con discapacidad intelectual (DI) a partir de la evaluación de las condiciones laborales de este colectivo en el contexto global, en el que las tareas de carácter digital se presentan como una variable especialmente relevante de cara al desarrollo profesional.

Para ello se han empleado métodos de recogida de datos de naturaleza cualitativa (registros verbales) y cuantitativa (registros numéricos), siguiendo un proceso de evaluación constante y cíclico, donde los datos de las primeras etapas condicionarán los pasos sucesivos, determinando las herramientas y tareas empleadas para recoger los datos y la toma de decisiones en general.

Entre las competencias digitales más demandadas se destaca el uso del paquete de Office, el correo electrónico y las herramientas de comunicación como videollamadas. También se resalta la necesidad de adaptarse a diferentes versiones de software y superar barreras lingüísticas, ya que muchos paquetes básicos solo están disponibles en inglés. Estas habilidades son fundamentales para desarrollar tareas laborales de manera efectiva en el entorno digital actual. Es fundamental contar con un alto nivel de competencia digital, especialmente en lo que respecta a la gestión segura de datos, la protección de la información y la capacidad para manejar contraseñas. Estos aspectos resaltan la importancia de una sólida formación en competencias digitales para que las personas con discapacidad intelectual puedan enfrentar los riesgos asociados y desempeñarse de manera efectiva en entornos digitales.