El informe describe cómo el apoyo a la autonomía individual, a los derechos humanos, al respeto a las elecciones y valores de los usuarios son cruciales para reconstruir la confianza en las tecnologías digitales. Para obtener esta confianza se propone el método de la autonomía individual mediante el diseño, principio que se centra en las dimensiones de transparencia, privacidad y capacidad de reparación. Este debe ser un componente básico de cualquier estrategia tecnológica o enfoque regulador que pretenda ganarse la confianza de los usuarios. Los individuos deben ser capaces de reconocerse a sí mismos como partes interesadas con la autonomía necesaria para navegar por las tecnologías digitales.

Se presentan ejemplos del ámbito de la gestión de datos, un sector a la vanguardia de las consideraciones relativas a la confianza digital, para explorar cómo las organizaciones pueden tomar decisiones que permitan la autonomía individual y fomenten la confianza digital. El documento aplica principios de diseño basados en la transparencia, la alfabetización digital y la privacidad, y ofrece sugerencias sobre cómo integrar estos conceptos en la experiencia del usuario de un producto o servicio digital.

Entre las diversas dimensiones de la confianza digital, se destacan tres de las más relevantes por su relación directa con la autonomía individual: la transparencia, la privacidad y la posibilidad de reparación.