En esta investigación se exploran los puntos fuertes y débiles de Europa respecto a su competitividad en el terreno de la inteligencia artificial (IA). En particular, se debaten cuestiones como la financiación insuficiente, la falta de competencias y la fuga de cerebros. Asimismo, destaca los puntos de mejora de la estrategia europea de IA y las oportunidades para avanzar en la colaboración paneuropea.

El documento se basa en una investigación anterior de los autores sobre el potencial transformador de la integración progresiva de la IA en el lugar de trabajo, y recurre a documentos de fuentes de autoridad como la Comisión Europea, el Banco Europeo de Inversiones, el Parlamento Europeo y Eurostat, entre otros.

Uno de los puntos a mejorar en Europa respecto a la IA es su dependencia de competidores en componentes tecnológicos críticos como los semiconductores y la computación en la nube. Los semiconductores son esenciales para los componentes tecnológicos que hay detrás de los modelos de IA, pero hasta el momento de la redacción de este trabajo ninguna empresa europea puede competir con los chips de última generación producidos por el gigante estadounidense NVIDIA. La computación en la nube desempeña un papel clave en el entrenamiento de los modelos de IA, ya que permite a los desarrolladores de la UE alquilar capacidades informáticas que no pueden adquirir por sí mismos. También en este caso el mercado está dominado por empresas no europeas. Del mismo modo, existe una necesidad urgente de mejorar y reciclar las cualificaciones de las personas para responder a la demanda de competencias en inteligencia artificial en empleos e industrias en evolución. Esto requiere programas y recursos de formación adaptados a los distintos sectores y niveles de cualificación, garantizando que los planes de educación y formación profesional no solo estén al día de los cambios en los mercados laborales, sino que estén armonizados en todo el bloque.