Cuanto más tiempo pasamos interactuando con el mundo a través de una pantalla, más anhelamos romper con el confinamiento digital. Como como resultado, nos hemos convertido en innovadores en casa, desarrollando nuevas estrategias y "trucos de vida" para lidiar con nuestras circunstancias extrañas e inesperadas. Ha surgido un nuevo conjunto de desafíos para las empresas: cómo responder desde las perspectivas operativa y comunicativa, cómo cumplir nuestras expectativas en constante cambio, cómo ampliar su empatía, todo mientras lucha por sobrevivir en una economía precaria.